Con la llegada del mes de septiembre, llega la vuelta al cole y llegan las ansiadas rutinas. No voy a negar que este año esté deseando de que llegue el cole. Es la primera vez en mi vida laboral que me cojo el mes de agosto completo. Siempre me ha gustado cogerme las vacaciones partidas (parece que me cunden más) y, sobre todo, coger algunos días en julio y trabajar en agosto, porque agosto en la oficina es una delicia, hay poco ruido y el volumen de trabajo es asequible y se puede ir sin prisas e incluso adelantando algo para el último trimestre que siempre suelen ser meses más complicados.
Pero este año, gracias a la famosa conciliación familiar, me he «tenido» que coger el mes de agosto entero. Para julio teníamos «plan» para los niños. El mayor iría a un campamento urbano y los dos pequeños tenían guarde, en horario reducido, eso sí. Pero, ¿qué hacíamos con los niños el mes de agosto? ¡Vacaciones para todos!
Debo decir que este mes no ha ido mal. Estuvimos 10 días en la playa, y entre paseos, playa y piscina, se pasaron los 10 días muy bien. La vuelta a casa no estuvo mal. Durante un par de semanas, nuestro hijo mayor se quedó con mis padres en la playa, así que hemos estado un poco más relajados esos días. Los últimos días del mes, desde que volvió el mayor, se han pasado volando, porque en cuestión de 8 días hemos celebrado ¡tres cumpleaños!
En este mes, me ha dado tiempo a hacer muchas cosas que tenía pendientes, que en el día a día no me da tiempo, porque muchos días solo con las rutinas diarias llegamos a la hora de la cena con la lengua fuera. Y entre mi lista de «cosas pendientes para hacer en agosto» tenía preparar la vuelta al cole.
Os cuento cómo lo hemos hecho nosotros. La vuelta al cole, aunque es en septiembre, es casi otra «cuesta de enero» y hay que mirar mucho los precios de todo, sobre todo, libros y uniformes que es donde más se va el presupuesto.
Libros
En el fondo, esta es la parte más fácil. Nos dan un listado de los libros con el ISBN y tan fácil como meter los ISBN en las webs de las editoriales y te devuelven el listado con los precios. Así que yo busco en varias webs (la propia editorial, la casa del libro, amazon,…) y compro los libros al que me ofrezca las mejores condiciones. De precio y de gastos de envío. Porque no me vale que los libros me salgan un euro más baratos en una web si luego me van a cobrar los gastos de envío. Porque a mi lo que me interesa es el total. Algún curso los he comprado en una librería de barrio, pero me resulta más cómodo que me los traigan a casa.
Forrar los libros
Esta tarea se merece un capítulo propio. A unos niños que están en Infantil, lo de forrar los libros para que los conserven es relativo. A mi lo de forrar libros casi hasta me gusta. Muchas veces he forrado las novelas que leo, porque al llevarlas en el bolso se estropean mucho. Mientras forro los libros, aprovecho para ojearlos, lo que van a aprender, las actividades que van a hacer,…
Cuando mi hijo mayor empezó Infantil, forré absolutamente todos los libros: los del proyecto, los cuentos que van incluidos, el de inglés,… Los del proyecto van por trimestres, así que al final del trimestre, la profe nos devolvía los libros que habían usado y los cuentos de ese trimestre y yo los reutilizaba. Pensaréis «!Qué cutre»!, pero tiene una razón. Los libros tienen un tamaño muy peculiar y de esta manera ya tenía el forro cortado a la medida necesaria.
Vuelta al cole, un curso más
En segundo de Infantil, también forré todos los libros, al ser de la misma editorial, el proyecto era igual así que sin problemas, reutilicé los forros. Sólo tuve que forrar el de inglés de la extra-escolar. En tercero de infantil, sólo he forrado los libros que eran anuales (el de lecturas, el de inglés y algún otro del proyecto). Creo que a partir de ahora lo voy a hacer así. No tiene sentido forrar unos libros en los que escriben, pintan o garabatean, que no salen del aula ni van metidos en mochilas y que, además, no van a poder ser reutilizados por los hermanos. De hecho, mi hijo mediano que ha empezado Infantil este año, utilizan un proyecto de una editorial diferente a la del mayor.
Lo de poner nombre a los libros, me parece fundamental. Con otros 24 libros iguales en la clase y con niños que están empezando a leer, creo que le hacemos un favor importante a la profe.
De estas tareas relacionadas con los libros la que más tiempo me ocupa es la parte de buscar en dónde me salen mejor de precio. Ojo, que los precios de los libros de texto suelen ser muy parecidos, la diferencia puede estar en los gastos de envío o en el tiempo que puedan tardar en enviarlos.
Uniformes
Esto sí que es una tarea tediosa. Para mí y para los niños. Sudo sólo de pensar que tengo que probarles los uniformes, con su pantalón largo y su chaqueta de manga larga, en pleno mes de agosto. Lo de probarles el abrigo he decidido dejarlo para más adelante. El mayor va a hacer tercero de Infantil y el pequeño guerrero empieza Infantil, son dos cursos de diferencia. El pequeño va a la escuela infantil, pero a partir de este curso ya lleva uniforme.
Al mayor tengo que ver si necesita algo, por si se le han quedado pesqueros los pantalones, si la manga de la chaqueta le llega por el codo o si las camisetas, que son blancas, siguen presentables o no. El mediano entra en el cole este año, con la suerte de que hereda de su hermano mayor, sólo he tenido que comprobar que lo que le toca heredar está en un estado decente. Con el pequeño, me ha pasado parecido. Hereda del mediano, así que también ha sido fácil (menos la parte de probar pantalones, chaquetas, camisetas y sudadera, en el caso del bebé)
También está la parte de marcar la ropa. Fundamental. Al ir todos los niños uniformados, es fácil que las chaquetas se confundan o que se olviden en el cole. Esto me resulta más pesado. Yo uso etiquetas termoadhesivas, con su nombre ya impreso. Hasta ahora me han dado buen resultado. Para ponerlas, necesito poner la plancha, así que aprovecho si tengo ropa pendiente de planchar para colocar las etiquetas.
Debo decir que gracias a eso, de momento (cruzaré los dedos y tocaré madera) no hemos perdido nada.
Lo que sí echo de menos son los babies (batas, o como los llaméis por vuestras zonas). Los niños, a estas edades aún no controlan y se manchan mucho. Raro es el día que el mío mayor no viene con las mangas de la chaqueta de algún color diferente o muy sobadas.
Sobre el uso de uniforme, a mi me parecen todo ventajas. No tengo que pensar qué ropa se van a poner al día siguiente, simplemente asegurarme que el uniforme que llevan está limpio. ¿Les anula la personalidad? Yo creo que no. Si un niño es tímido o es el bruto del recreo lo va a seguir siendo, con o sin uniforme. Para los padres, es un desembolso inicial, pero yo creo que se amortiza con la cantidad de tiempo que se lo llegan a poner.
De momento, no tienen que llevar cuadernos ni lápices ni colores ni nada. Tan sólo una mochila con el almuerzo de media mañana. Y esa mochila, por supuesto, va marcada. Lo único que a principios de curso pagamos 30 euros en concepto de material escolar y a lo largo del curso no nos vuelven a pedir nada más, ni dinero ni material.
Hace unos días, leía en Twitter a una madre que preguntaba que si era mala madre por no comprarle una mochila nueva a su hijo al inicio del curso escolar, coincidiendo con la vuelta al cole. Yo, mientras esté en buen estado, no compro nada nuevo. Las mochilas, de momento, sólo les sirven para llevar el almuerzo de media mañana y a lo mejor alguna circular que nos mandan del colegio. Así que las he lavado y han quedado como nuevas.
Reunión de inicio de curso (y de ciclo)
Como este curso, el pequeño guerrero comienza ciclo, antes del inicio del curso en septiembre, hemos tenido una reunión en la que su tutora nos contó un poco el funcionamiento del curso, normas, cómo nos comunicaremos los padres con su maestra, si harán salidas o actividades extraescolares. Esta primera reunión fue un poco más larga de lo habitual. Recuerdo que la última que tuvimos con la tutora del mayor duró apenas media hora.
Vosotros ¿qué tal lleváis la vuelta al cole? ¿Sois previsores? o por el contrario ¿dejáis todo para el último momento?
¡Interesante! Me gusta saber cómo son las cosas en España, para no desconectarme del todo. 🙂
¿Tan diferente es en Alemania? Muchas gracias por comentar 😉