No siempre es fácil viajar con niños. Para algunos niños, el coche es como un somnífero, para otros la sillita tiene pinchos y no paran de llorar. Cuando tienes niños de diferentes edades, como nos pasa a nosotros ahora, que tienen 5, 3 y 1 año, hacer viajes largos y que no estén pesados es un desafío.
Nosotros, de vez en cuando vamos a Madrid, que desde donde vivimos es una hora aproximada de viaje. Durante ese rato, no tiro de trucos. La simple conversación o las canciones de la radio (no, el cantajuegos no es nuestra banda sonora de los viajes) rellenan el rato de viaje sin que se pongan pesados. Además, a mis hijos les encantan los trenes y tenemos la suerte que durante una parte del camino, la carretera va en paralelo a la vía y si encima nos cruzamos con un tren ya la alegría es completa.
¿Qué hacemos cuando el viaje es más largo?
Este verano (como los anteriores) hemos ido a la playa de vacaciones unos días. El viaje viene a durar, con parada técnica incluida, unas cuatro horas y media. Ahí es donde se me agotan las ideas. No quiero recurrir a las pantallas (móvil o tablet), porque les conozco y en todos los viajes lo tomarían por costumbre. Además, mis hijos ven muy poca televisión y de momento quiero que siga así. Así que estuve unos días meditando qué podría entretener a tres niños tan pequeños y con edades tan dispares, que no supusiese recurrir a pantallas. Con el pequeño lo tenía fácil, sabía que se iba a dormir al menos una parte del trayecto y otra parte le podía entretener con sus muñequitos.
Pero, ¿y los dos mayores? Este último viaje salimos después de comer, y yo tenía la esperanza de que se durmiesen, pero creo que la expectativa del viaje y de la playa les tenía un poco excitados y no se durmieron.
Así que, unos días antes de irnos, pregunté en Twitter por ideas para viajar con niños.
Las respuestas no se hicieron esperar. Os dejo el listado, más o menos exhaustivo de lo que se comentó y os cuento cuáles fueron finalmente las ideas de juegos que triunfaron y también las que he aparcado para más adelante, cuando sean un poco más mayores.
Lista de ideas para viajes largos en coche.
He escrito» en coche», pero creo que pueden ser también aplicables a viajes en tren o a en avión.
- Contarles lo que van viendo.
- Cuaderno para colorear y pinturas de colores.
- Una fuente o un plato cuadrado que nos pueda servir de bandeja para jugar.
- Botes con plastilina de colores.
- Bingo travel.
- Bola laberinto.
- Tableros de juegos Montessori.
- El veo-veo.
- Juegos imantados.
- Canciones tradicionales.
- Libros de pegatinas.
Nuestra experiencia:
Contarles lo que van viendo y las canciones tradicionales: Es un clásico en nuestros viajes. El mayor tiene una imaginación desbordante y se va inventando historias sobre la marcha, además es muy curioso y lo pregunta todo. Ya os comentaba que cuando vamos a Madrid, vemos una vía de tren. En este caso, la novedad eran los molinos de viento (los de siempre y los eólicos), algún que otro castillo, vías de tren o algún túnel. Pero, evidentemente, esto no da para 4 horas de viaje.
Un cuaderno para colorear y pinturas: A nuestro hijo mayor le encanta pintar, pero pintar por libre. No le van mucho esos libros con dibujos para colorear. A él dale un folio en blanco que te pinta una ciudad, con sus coches, sus trenes, sus árboles, personas, edificios,… El pequeño guerrero es muy fan de lo que hace su hermano mayor, así que si el mayor pinta, él también quiere. Con lo cual, en mi mochila «viajera» ya había echado un cuaderno en blanco y un estuche con pinturas, aunque en el último momento añadí un par de libros para colorear, por si acaso querían variar.
Plastilina de colores: Esto lo descarté porque lo vi un poco engorroso. Además, el coche es nuevo y visualizaba que iba a encontrarme trocitos de plastilina por toda la tapicería nueva. Ya habrá tiempo para esto.
El bingo travel: confieso que no tenía ni idea de lo que era, así que hice una búsqueda en Google que me dió varias opciones. Una de ellas era imprimir unos cartones con imágenes (un árbol, una señal de stop, un pájaro,….) o marcas de coches y que según lo fuesen viendo lo fuesen tapando o tachando en su cartón. La otra era crear un bingo a la manera tradicional, yo ir cantando las imágenes y que ellos lo fuesen tapando en su cartón, hasta que hiciesen bingo. Yo opté por esta segunda opción. Me parecía más ecuánime, aunque al final cada uno jugó a su manera. Pero fue todo un acierto. Les tuvo entretenidos gran parte del viaje de ida, del viaje de vuelta y algunos ratos durante nuestra estancia en la playa.

Bola laberinto: Esto también tuve que investigar qué era. Os dejo el link por si tampoco sabéis lo que es. Esto decidí que tenían que ser un poco más mayores. Igual al mayor le podía hacer gracia, pero para el pequeño guerrero lo veía un poco complicado.
Tablero de juegos Montessori: me recomendaron la web juegosmontessori.es . Estuve cotilleando por la web y lo único que podía llevar en la mochila eran los imprimibles, pero eran más para el mayor que para el pequeño guerrero, así que lo descarté, pero me quedé con la referencia porque para más adelante me podía venir bien.
El veo-veo: Este juego también lo he dejado para más adelante. Sólo el mayor conoce alguna de las letras yel pequeño guerrero sólo reconoce las que están en su nombre.
Juegos imantados: En casa tengo un parchís de viaje, con sus minifichas y su minidado. Pero también lo he dejado para más adelante. Sólo yo podría jugar con el mayor, ya que el mediano aún no sabe contar y tampoco tiene paciencia. Mi idea es que se entretengan entre ellos, ya que yo tendría que retorcerme desde el asiento del copiloto.
Libro de pegatinas: preparando la mochila con sus cosas, encontré un libro de pegatinas que ni recordaba que teníamos. Igual pensaba que era un libro de colorear… Así que lo cogí también para un por si acaso. Y me vino muy bien para el viaje de vuelta. El pequeño guerrero estuvo la mar de entretenido despegando las pegatinas que ya había pegadas y redecorando el coche por dentro.

Además de todos estos juegos, yo siempre les llevo alguno de sus juguetes favoritos que también les da mucho juego durante el viaje, y mejor si son intercambiables, como por ejemplo, los coches. No son muy grandes y son fácilmente manejables. Hacen circuitos con sus piernas y las sillas y echan el rato.
Con este pequeño arsenal de juegos y entretenimientos llegamos a nuestro destino sin problemas de aburrimiento. Sólo tuvimos que hacer una parada, tanto a la ida como a la vuelta. Los niños se portaron bastante bien y no se nos quitaron las ganas de volver a viajar con ellos.
¿Vosotros, qué hacéis en los viajes largos con vuestros hijos?