Icono del sitio Mamá de un prematuro

Nuestra estancia en la UCIN del Hospital Universitario HM Puerta del Sur

Recientemente, se ha publicado que la UCI de neonatos del Hospital de La Paz (Madrid) tuvo que ser desalojada por una bacteria. En otro post, os conté lo que se siente cuando tienes a un bebé ingresado en una UCI Neonatal (UCIN). Con el post de hoy quiero contar cómo fue nuestra experiencia en la UCIN del Hospital Universitario HM Puerta del Sur.

Nosotros tuvimos una suerte inmensa. La UCIN en la que el pequeño gozó de todo tipo de cuidados es de las que tienen las puertas abiertas 24 horas. Es decir, los padres podíamos ir a ver a nuestros bebés cuando quisiéramos, excepto cuando pasaba el pediatra a revisarles y a la hora del baño. ¡Hasta por la noche se podía estar!. Nosotros, mientras yo estuve ingresada, aprovechamos todo el tiempo que podíamos e íbamos a verle.

¿Cómo es la vida en la UCIN?

Todos los días a las 12 pasaba el pediatra que iba hablando con todos los padres sobre los progresos diarios de sus bebés (si habían cogido peso o no, tratamientos aplicados si lo necesitaban, decisiones a tomar, siguientes pasos,…). Recuerdo esos momentos con cierta ansiedad, sobre todo las primeras semanas durante las que el pequeño luchó como un auténtico campeón. Superadas las dificultades, lo importante en nuestro caso era que fuese cogiendo peso. Cuanto antes llegase al peso deseado, antes nos podríamos ir a casa, así que celebrábamos cada gramo como una pequeña victoria, un paso más hacia la casilla de salida.

En la UCIN, había siempre dos enfermeras y una auxiliar, que nos atendían a bebés y padres con mucho cariño. Ellas eran las encargadas de sacar a los bebés de la incubadora para que pudiésemos hacer el «canguro», nos daban consejos a las mamás a la hora de poner al pecho a los bebés, les daban de comer cuando nosotros no estábamos, les consolaban el llanto,… El personal de la UCIN llegó a ser tan cercano que nos dirigíamos a ellos por sus nombres, como si fuesen de la familia.

Etiqueta de Pablo en la incubadora

Otro detalle que me llamó la atención fue que cada bebé estaba identificado con una etiqueta con un personaje de dibujos animados. Pequeños detalles que ayudan a sobrellevar el hecho de que tu bebé está ingresado y no contigo en casa.

Además de las puertas abiertas para los padres, tenían un horario de visitas para otros familiares 3 días a la semana, solo eran 15 minutos y no podían tocar a los bebés y los bebés que estaban en incubadoras permanecían dentro durante el horario de visitas. Para nosotros, que el pequeño estuvo tantos días ingresado, fue la manera en que los abuelos y los tíos pudiesen conocer al pequeño. El hermano mayor tuvo que esperar algo más a conocer a su hermanito, puesto que el acceso a la UCIN no está permitido a los menores de 15 años.

También tenían normas que había que cumplir, por el bien de nuestros bebés. Cada vez que entrábamos debíamos lavarnos bien las manos. Para ello había a nuestra disposición una fuente de agua caliente, jabón desinfectante y toallitas para secarnos.

Vista de la UCIN
Imagen cedida por HM Hospitales

En resumen, una buena experiencia, pero que esperamos no tener que volver a visitar salvo para alguna visita de cortesía 😉 Aprovechamos para agradecer a todo el personal de la UCIN del Hospital Universitario HM Puerta del Sur el cuidado y atenciones que tuvieron con nuestro pequeño.

Comparte esto si te ha gustado
FacebookTwitterWhatsAppPinterestEmailTelegramShare
Salir de la versión móvil