Desde que mi hijo mayor empezó a ir a la guarde/escuela infantil, donde ya recibía unas rudimentarias clases en inglés, me he planteado enseñar inglés en casa a mis hijos.
Hoy en día, hablar inglés se ha convertido en algo fundamental, no sólo para tener un trabajo mejor sino para la vida en general. Nuestro día a día se ha llenado de anglicismos. Vemos palabras inglesas por todas partes o las «españolizamos». De tal manera que nuestros hijos se ven abocados a aprender inglés, casi como de la lengua materna se tratase.
Desde muy pequeña, yo soñaba con hacer COU (Ahora, segundo de Bachillerato) en Estados Unidos. Lo iba pregonando a los cuatro vientos, no había terminado octavo de EGB (ahora, segundo de la ESO) y ya daba por sentado que estudiaría COU allí. De hecho, todo lo relacionado con la cultura americana me llamaba (y me sigue llamando) la atención. Recuerdo que hasta leí un artículo publicado en una revista francesa (sí, el artículo estaba en francés y mis conocimientos de francés por aquella época eran bastante rudimentarios).

Así que tal era mi «obsesión» con Estados Unidos que mis padres hicieron el esfuerzo y me mandaron un curso académico allí. Recalé en Indiana (sí, donde el equipo de baloncesto de los Indiana Pacers, para los seguidores de la NBA, y estado natal de Larry Bird), the «Hoosier State» (Lo siento, para esto no hay traducción), en el medio Oeste.
Allí tuve la suerte de estar en una familia que me acogió con los brazos abiertos y que hicieron que mi estancia allí fuese de lo mejor. Acompañaron todos mis pasos, fomentaron mis actividades y me hicieron sentir una más de la familia, con mis tareas caseras como una más. Allí fui al instituto como una más, con mis clases y mis tareas.
Tan buena fue mi experiencia allí, que guardo un gran recuerdo. Además, mantengo el contacto con la que fue mi «familia americana», no todo lo fluido que me gustaría, pero nos mantenemos al día de las novedades.
En abril de este año, aprovechando un viaje que estaban haciendo por Europa, mis «padres americanos» me preguntaron si podían pasar a vernos, cuadramos fechas y compartimos cuatro días estupendos. A pesar de que yo tenía que trabajar, por las tardes estuvimos juntos y pasamos unas tardes muy amenas. Mi padre americano sí que habla un poco de español, aunque él asegura que lo tiene un poco oxidado, la verdad puede mantener una conversación sin problemas. En cambio, mi madre americana apenas habla y entiende algunas palabras. Con lo cual yo iba cambiando del inglés al español y viceversa para que nadie se quedase fuera de la conversación.
Mis hijos mayores, de 3 y 5 años, alucinaban cómo nos comunicábamos. Unos días después de que mis padres americanos se fuesen, mi hijo mayor me pidió que le hablase en inglés y yo encantada, por supuesto. Sin embargo, yo que tengo una mente inquieta lo de hablarle se me quedaba escaso, así que bucée por Google buscando recursos. A continuación, os cuento cómo enseño inglés a mis hijos.
Clases de inglés
Mi hijo mayor, ya desde el verano anterior a que viniesen mis padres americanos, me iba preguntado vocabulario: ¿cómo se dice esto o lo otro? Además, era vocabulario de lo más variopinto. Tan pronto te preguntaba por un color, como por mobiliario urbano o por cualquier cosa que en ese momento se le pasaba por la cabeza. Todo un desafío.

Visto su interés por el idioma, decidimos apuntarle a clases de inglés. Estuvimos mirando academias por la zona, preguntando métodos, tarifas, horarios,… y al final nos decidimos por las clases de inglés que ofertaban en el colegio como actividad extraescolar.
Hablar en casa
Reconozco que esta parte es la que más me cuesta. No porque me cueste hablar en inglés, que no es el caso. Por decirlo de otra manera, me da un poco de vergüenza. Una amiga me ha comentado que a ella le pasó, pero que en el momento en que consiguió saltar esa barrera, el inglés fluye. Otra amiga me ha comentado que a ella también le cuesta, pero aprovecha el momento de la merienda para hablarles en inglés a sus hijos.
Libros en inglés
En este caso, me refiero a los libros de texto. los que utiliza tanto en clase como en la actividad extra-escolar. Evidentemente, son los del curso pasado. Yo no soy maestra ni pretendo serlo, pero para pasar un rato entretenidos aprendiendo vocabulario o aprendiendo alguna canción me vale. Desconozco el método que estos manuales siguen, ni tengo los recursos de los que puede disponer el maestro en en aula. Ya os digo, me valen para enseñar vocabulario.

Cuentos en inglés
Aquí he tenido que hacer una labor de prospección. No es lo mismo tener referencias en español, porque los ves en todas las librerías que tener referencias en inglés. En este caso, le pregunté a una amiga que lleva a sus hijas a un cole bilingüe en inglés y me dio algunas referencias y sobre todo que visitase amazon UK. Ahí encontré una mina. Lo difícil ha sido elegir qué cuento les podría gustar a mis hijos.
Ver la tele en inglés
Aquí hemos tenido que negociar. Ellos quieren ver dibus y yo les digo que en inglés, pero ellos dicen que no se enteran, así que lo que hago es ponerles los dibus en español y en inglés a días alternos. Tampoco quiero que acaben odiando el idioma. En este caso, de lo que se trata es de que se les vaya haciendo el oído.
Además de los dibus, también les pongo DVDs en inglés. En este caso, les he dicho que la primera vez que vean la peli será en español, las siguientes veces será en inglés.
Youtube
Nos guste o no, las nuevas tecnologías están ahí, en nuestro día a día. Si se les da un buen uso pueden ser muy útiles y se les puede sacar mucho provecho. Es donde yo voy para aprender canciones en inglés. Yo recuerdo 2 o 3 de mi época del colegio, pero claro de tanto repertirlas parezco un disco rallado. Aunque no se qué es peor si yo cual disco rallado o «Baby shark» todo el día en mi cabeza.
Supongo que tanto esfuerzo por parte de todos al final tendrá su recompensa.
1 pensamiento sobre “Enseñar inglés en casa a mis hijos”