Vale, esto ha sido más descubrimiento para nosotros que para él. No estamos acostumbrados a tener un bebé que use chupete, puesto que nuestro hijo mayor nunca quiso chupete.
Durante su estancia en la UCIN, nos pidieron que llevásemos un chupete para prematuros. Ya lo conté en este post. Aunque allí el uso que se le dio al fue escaso. Una vez en casa, nosotros seguimos probando a darle el chupete. Durante un tiempo, parecía hacerle más gracia al mayor que al pequeño, le llamaba la atención, lo cogía y lo miraba como diciendo ¿qué es esto?, lo recogía del suelo si el pequeño lo lanzaba,….
Hasta que un día, al poco de cumplir los 5 meses (edad cronológica) se lo ofrecimos a cambio del pulgar. Y le gustó y ahora nos resulta un elemento imprescindible. 🙂

Algunas veces se despierta por la noche simplemente porque se le ha perdido por la cuna. Así que nada tan sencillo como volver a colocárselo. Se ha vuelto tan imprescindible que en muchas fotos sale con él puesto. Bueno, así tendremos un recuerdo, fue el único hijo que quiso chupete.
Lo de elegir uno que se adecuase a él no ha sido fácil. Aparte de las miles opciones que hay en el mercado (látex, silicona, por edad,…) hay que tener en cuenta que al ser prematuro no nos vale cualquiera. Su boquita es más pequeña. Eso sí, una vez que hemos encontrado el que se adapta a él, es el único que compramos. Además, de los chupetes que regalan en las canastillas de preparación al parto ninguno le ha venido bien, así que en casa nos hemos juntado con unos cuantos a los que no hemos dado uso.
Otros descubrimientos del pequeño son:
6 comentarios sobre “Descubrimiento #3: el chupete”