Parece increíble, pero ya han pasado cinco años desde aquel 29 de junio. Hoy el pequeño guerrero cumple cinco años. Hemos pasado por mucho, ya lo habéis ido leyendo en el blog, muchas consultas y revisiones, sesiones de atención temprana, la guarde, el cole,… y hemos ido superando etapas.
Un breve resumen de estos cinco años
Durante los 72 días, que estuvimos en la UCIN, los sentimientos y nuestra actividad diaria estaban montados en una montaña rusa sin fin. Un día teníamos buenas noticias y al siguiente tropezábamos con algo y dábamos un pequeño paso atrás.
Por supuesto, durante nuestra estancia en la UCIN, pasó por varias pruebas típicas de bebés prematuros: ecografías cerebrales, del corazón,… para comprobar que todo iba bien, análisis de sangre, oftalmológicas (para comprobar el desarrollo de la retina y descartar alguna posible retinopatía),…
Tras el alta, vino el rosario de consultas y revisiones. Empezamos a ir a atención temprana, después de un largo y tedioso camino. Sesiones que eran quincenales, porque no hay hueco para tanto niño necesitado de este tipo de atención.
Empezamos la guarde y un montón de nuevas rutinas a aprender. Digamos que en la escuela infantil espabiló, a su ritmo, pero espabiló: empezó a andar, a comer solito, a comer sólido, empezamos a dejar el pañal,… Él siempre a su ritmo, incluso ahora, todo lo hace a su ritmo, que varía en velocidad según sus intereses.
Y llegó el momento de empezar el cole. Hace dos cursos (acaba de terminar segundo de infantil o cuatro años), la escolarización de niños prematuros no estaba tan en el punto de mira como ahora. La verdad es que nosotros tampoco nos lo planteamos. El niño nació en junio y en 2019 le tocaba empezar el cole. Mi mayor preocupación era el tema del pañal, pero afortunadamente unas de las rutinas que tienen en el cole al empezar es precisamente esa, aprender a ir al baño.
En las tutorías, la profe nos decía que iba bien, que jugaba con sus compañeros y es participativo en clase ¿qué más le podemos pedir a un niño tan pequeño?
El futuro
Nos quedan muchas pruebas que superar. Terminar las consultas (¿Alguna vez se acaban?), aprenderá a leer (algo que tiene muchas ganas), irá a primaria, seguirá compartiendo con sus hermanos y amigos, descubrirá muchas nuevas cosas,…
Echo la vista atrás y no dejo de pensar en que somos afortunados. Dentro del mundo de la prematuridad, ese gran desconocido para muchos, nuestro paso está siendo firme y siempre hacia adelante. La sombra de la prematuridad cada vez es más pequeña.
Y ahora os dejo, tengo un cumpleañero esperando para jugar con sus lego y sus superthings recién estrenados y una tarta con una vela que soplar.

La tarta que he hecho no se parece a esta, pero al peque le ha encantado porque la hemos preparado juntos.