Me parece que éste será el último post sobre ejercicios de atención temprana, pues desde que el pequeño empezó en la guarde, hemos dejado de ir al centro de atención tempana por varios motivos. El principal es que en la guarde también hacen atención temprana y el otro motivo es que cada vez que íbamos a atención temprana en el centro base, el pequeño andaba descentrado en la guarde, comía regular, dormía poco y eso tampoco nos convenía. Ya sabéis lo importantes que son las rutinas para los niños.
En cualquier caso, seguimos trabajando ejercicios de atención temprana en casa, porque es importante para el desarrollo psicomotriz del pequeño. Aunque ahora nos centramos más en los ejercicios de psicomotricidad fina, que le cuestan más al pequeño. (Por ejemplo, coger las pinturas)

Situación de partida
El pequeño gatea, a su manera, pero gatea. No lo hace a cuatro apoyos, como le gustaría a su terapeuta, lo hace arrastrando el culete, como tantos niños que sin ser prematuros también lo hacen así. Anda si es cogido de la mano o sujeto a los muebles y a las paredes. Hace la pinza gorda (con la palma de la mano) y hace la pinza fina (con los dedos índices y pulgar)
¿Qué objetivos tenemos que conseguir?
Fundamentalmente dos: que gatee apoyado a cuatro puntos (Ya lo vamos consiguiendo, a pesar de las protestas del pequeño) y que coja las pinturas y las use para pintar (tiene tendencia a comérselas). Un objetivo a más largo plazo es que se suelte para andar, pero esto va a ser más difícil, porque él se siente seguro y avanza muy rápido gateando, así que no le ve utilidad a eso de andar.
¿Cómo trabajamos?
Para la psicomotricidad gruesa, esto es, el gateo y andar, le ponemos a cuatro patas. Él tiende a gatear a su manera, así que tenemos que forzarle un poco que gatee a cuatro apoyos, pero poco a poco lo vamos consiguiendo. Para que se suelte a andar, lo que hacemos es que mi marido y yo nos separamos unos metros y le hacemos ir de uno a otro hasta que se cansa. Pero es muy listo y en cuanto ve que la distancia es algo más de lo que él considera adecuado, se tira al suelo y gatea.
Los últimos intentos en la guarde en cuestión de gateo van dan sus frutos y el pequeño ya va gateando a iniciativa propia a cuatro apoyos (Si le viese su profe de atención temprana que tanto empeño tenía en hacerle gatear a cuatro apoyos… jejeje)

Para la psicomotricidad fina, usamos las etiquetas de la ropa, como parecen enciclopedias más que etiquetas, el pequeño se entretiene mucho con ellas. Además, le ponemos cuentos o catálogos de juguetes y va pasando hojas. Con las pinturas es más difícil, porque no se deja coger la mano y no se deja guiar. Lo que sí conseguimos es que vaya metiendo las pinturas en su bote, lo que tampoco está mal, que así aprende a recoger.
Sí que hemos notado que desde que va a la guarde ha hecho muchos progresos, no se si será la edad, que al ir creciendo va cogiendo seguridad en sus movimientos, o si será gracias a la atención temprana que practican, o casualidad. Ya solo nos falta que se suelte para andar.
Vuestros peques ¿siguen algún programa de atención temprana?
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3 comentarios sobre “Atención temprana: Ejercicios de los 12 a los 15 meses”